El Abierto Mexicano de Tenis terminó de vaciarse de estrellas en la rama varonil al caer el búlgaro Grigor Dimitrov en Cuartos de Final 7-5 6-2 a manos del juvenil Dominic Thiem.
En un partido de alta calidad, sobre todo en el primer set, el joven sensación de la ATP terminó por doblegar al Campeón del 2014, sólido en la primera manga, pero muy errático en la segunda.
La afición mexicana, que sólo ocupó poco más de la mitad del estadio principal de Acapulco, se dividió en el apoyo a los dos jugadores.
Más temprano, el ucraniano Alexandr Dolgopolov hizo buenos los pronósticos al derrotar en sets corridos 6-3 y 6-3 al holandés Robin Haase. El ucraniano se sabe entre los favoritos para llevarse la corona y aseguró que aunque quiere ir partido a partido, le ilusiona hacerse con el título del Abierto Mexicano.
En el último turno de la cancha principal, Sam Querrey terminó por sobreponerse a un marcador adverso, para imponerse al juvenil estadounidense Taylor Fritz, quien en primera ronda se había deshecho del octavo sembrado del torneo Jeremy Chardy.
Así, las semifinales varoniles las protagonizarán Alexandr Dolgopolov y Bernard Tomic, a las 18:00 horas, y Dominic Thiem y Sam Querrey a las 22:00 horas.
En la rama femenil, la ex top 10, Dominika Cibulkova se repuso de una desventaja de un set para derrotar a la sueca Johanna Larsson por 3-6, 6-2 y 6-3 y se enfrentará en Semifinales a la estadounidense Christina McHale, quien dio cuenta de Mirjana Lucic-Baroni.
La otra semifinal femenina estará protagonizada por la segunda sembrada del torneo, Sloane Stephens y la belga Yanina Wickmayer, quien ha tenido una semana con triunfos sólidos.
Falla Santiago en su intento por alcanzar la Final
La última esperanza mexicana en el Abierto Mexicano de Tenis, el veracruzano Santiago González, fue eliminado del torneo junto a su pareja Mariusz Fyrstenberg al caer por 7-5 y 6-2 en su partido de dobles ante Treat Huey y el medallista olímpico bielorruso Max Mirnyi.
En un primer set cerrado, la pareja del mexicano y el polaco peleó cada una de las pelotas, pero perdieron su servicio justo en el último juego del set.
En el segundo, pese al empuje de la afición mexicana que estuvo a punto de llenar las gradas del Grandstand, González y Fyrstenberg cometieron errores costosos que les costados los dos quiebres que hicieron la diferencia al final.