La fase regular del Clausura 2015 cierra en la Perla Tapatía, cuando el conjunto de Chivas reciba en el Estadio Omnilife al cuadro de Morelia.

Rafael Márquez Lugo, delantero recientemente retirado, vivió sus mejores años como futbolsita vistiendo los colores de ambas escuadras.

Márquez llegó a la monarquía en el Clausura 2004 tras un gris año en Chiapas, el capitalino arribó con sed de revancha y consiguió siete goles en 13 juegos.

Permaneció durante seis torneos antes de marcharse a la Bella Airosa, dejando una huella importante con 30 goles durante los tres años que estuvo vistiendo los colores rojiamarillos.

Tuvieron que pasar tres años para su regreso, en el 2010, donde demostró que se siente muy cómodo jugando a un lado del Cerro del Quinceo. Permaneció durante dos años más en Morelia logrando anotar 24 goles llevando al equipo a una final tras varios años de ausencia.

El mercado de piernas reventó en el 2012 cuando de última hora, se anunció el fichaje de Rafa al conjunto de Chivas, quienes buscaban una reestructuración de la mano de Johan Cruyff, un refuerzo muy criticado por la afición, pues lo llamaban "cartucho quemado".

De inmediato, Márquez Lugo comenzó a hablar en la cancha, desde las giras que hizo el Rebaño por España comenzó a demostrar que estaba destinado a convertirse en goleador del chiverío.

Con 21 goles en 54 juegos, Rafael Márquez Lugo fue el mejor refuerzo en la era Vergara y cambió las críticas por aplausos, ganándose el corazón de la afición al ser de los pocos jugadores que mostró garra durante los momentos más dificiles.

Por desgracia, una lesión en la rodilla lo marginó por más de un año de las canchas, por lo que decidió colgar los botines en lo que podíamos llamar "su nuevo aire" como profesional.

Hoy, Márquez es un hombre dedicado a su familia y que, seguramente, disfrutará como niño el próximo domingo cuando vea enfrentarse a dos de las instituciones a las que le entregó los mejores momentos de su carrera.