Puebla y Veracruz no se han enfrentado con la constancia que buscarían sus aficionados en la última década. Aunque para el medio nacional este encuentro pueda pasar desapercibido, lo cierto es que la rivalidad entre poblanos y veracruzanos trasciende más allá del plano futbolístico y, más bien, representa una lucha social-geográfica que encarna la añeja rivalidad entre los habitantes de un estado y otro, ocasionada por su antagonismo natural, dictado por sus personalidades diametralmente opuestas, al menos, como son dictadas por los estereotipos.

Camoteros y Tiburones son dos equipos históricos de la liga, llegaron al profesionalismo casi al mismo tiempo, se llevan un año de ‘edad’, cuentan con los mismos títulos de liga, han recurrido a la compra de franquicias y ambos llevan años sumergidos en la tragedia. Incluso, cuando se trata de ese último punto en particular, aunque la tragedia pudiera resultar indeseable, ha traído una situación que ha alimentado la rivalidad como nunca: una vez por bando, se han dado el puntillazo final para sacar al otro de la Primera División.  

El Tiburón hunde a La Franja

Para la Temporada 2004-2005, La Franja estaba enfrascada en una de sus comunes luchas por el no descenso; su rival directo, el volátil Dorados de Sinaloa, después de superar su dubitativo inicio en la Primera División, logró una notable remontada para las últimas fechas del Clausura 2005 e hizo que Puebla dejara de tener el cómodo margen de puntos con el que, en el papel, sortearía el final del torneo sin complicaciones.

La situación era tan grave que Puebla solo se dio cuenta de su hundimiento hasta que los del pacífico mexicano le pusieron la soga al cuello ya para las últimas fechas del torneo. Peor aún, en el ‘Pirata’ Fuente era la última oportunidad para que los blanquiazules intentaran librarse de su condenatorio final y no pudieron sacar siquiera un punto.

La Jornada 16, aquel 30 de abril de 2005, no tuvo esos tintes de clásico que muchos quisieran recordar. Veracruz venía de una decepcionante campaña luego de un Apertura 2004 brillante en donde fue líder general y su afición no respondió de la mejor manera a ese último partido del torneo. Por consecuencia, pocos pudieron presenciar el dolor del odiado rival.

El partido fue triste. Los Camoteros eran incapaces de moverse sin miedo; simplemente, no podían hacer las cosas bien. Los locales se pusieron al frente con gol de Walter ‘Lorito’ Jiménez, La Franja emparejó los cartones por conducto de Óscar Mascorro, posteriormente desaprovechó una pena máxima que lo pondría arriba en el marcador en los pies de Frankie Oviedo y terminó condenándose por marcador de 2-1 al último minuto con remate de Lucas Ayala, en una verdadera oda a la decadencia.

La Franja le devuelve el favor al Tiburón

La revancha se vino cocinando por tres años y el marco fue inmejorable para que sucediera. Esta vez, recién ascendido y con Veracruz en igualdad de circunstancias –e incluso en mayores dificultades dada la diferencia en el movimiento de cocientes ocasionados por la mayor cantidad de juegos a considerar–, Puebla se fue a jugar la vida al ‘Pirata’ y un 11 de abril, para la decimocuarta jornada del Clausura 2008, le propinó a los Tiburones una tarde de revancha inolvidable.

A diferencia del triste paisaje de tres años antes, con el graderío vacío y el cemento pintado de rojo casi siendo el único testigo, esta vez el marco estaba pletórico. Los jarochos abarrotaron su cancha salvo una esquina del estadio que pintaba de azul y blanco, porque los poblanos tampoco querían dejar de hacerse presentes.

El partido fue más vistoso y contó con más emociones. La Franja se puso al frente temprano en el encuentro por conducto de Álvaro ‘Bola’ González, pero no dejó de sufrir a lo largo del encuentro. Rodrigo ‘Pony’ Ruíz era el cerebro de los Escualos y, por su conocida capacidad, su presencia en la cancha requirió total nulificación, misma que corrió a cuenta de Damián ‘Ruso’ Zamogilny. La calma solo llegó hasta los últimos diez minutos del encuentro cuando, por obra de José Hiber Ruíz, Puebla dejaba a Veracruz sin oportunidades, poniendo el marcador definitivo de 0-2.

Con un descenso ocasionado por lado, la sensación de revancha se ha vuelto permanente. Esta vez las escuadras se enfrentarán en los albores del torneo; no obstante, su paridad en la tabla de cocientes y su necesidad de puntos, hacen del encuentro uno tan importante como aquellos dos repasados con anterioridad. Por lo pronto, Veracruz no le ha vuelto a anotar al Puebla desde aquél 2005; por su parte, La Franja sí ha logrado volver a vencer a los Tiburones, justamente cuando hace un año los doblegara en su cancha.