Casi como una calca. Rayados nuevamente no pudo terminar de liquidar a Tigres en la cancha del Estadio BBVA. Similar a aquella Final del 10 de diciembre 2017, solo que en esta ocasión, el tiempo ya no le alcanzó a los felinos que pudieron empatar cuando el local de plano se desentendió del partido. 1-1 en la décima jornada del Clausura 2019.

Nuevamente un ambiente impecable para lo que es un Clásico Regio. Alrededor de 2,000 hinchas de los 'Libres y Lokos' se hicieron presentes para apoyar al conjunto felino; Tigres no estuvo solo en la casa del acérrimo rival.

Arrancó el encuentro y en la primera de peligro, sería clave para el resultado en el compromiso. Minuto 12, desborde de Luis Quiñones con cierta facilidad ante una marca light de Monterrey, desbordó, sacó centro y Eduardo Vargas de primera perdonó a pesar del espacio con el que contaba.

Al 17’ la respuesta local con centro por la banda izquierda de Jesús Gallardo que recepcionó excelente Rogelio Funes Mori y al querer definir, Nahuel Guzmán ya había hecho un excelente achique.

Quiñones lució insistente y nuevamente por la parcela izquierda buscó dañar, ahora con un disparo potente que se fue cruzado en el 31’ de compromiso.

Al 37’ la joya de la noche. Gran pared entre el ‘Mellizo’ y Leonel Vangioni, trazo para el ariete argentino que de ‘taquito’ definió el 1-0; locura en el BBVA y uno que otro aplauso felino, reconociendo la manufactura del gol.

Parte complementaria, cuando parecía que Rayados sería insistente e iría con todo por la búsqueda del segundo, fue todo lo contrario. Dejó crecer a rival, Tigres fue metiéndose poco a poco en zona de ataque y aunque el empate parecía complicado, éste se concretó.

Otra vez Quiñones al 69’, ahora con un gran tiro de volea que obligó a Marcelo Barovero a responder. ‘Trapito’ dejó vivo el esférico pero posteriormente se señaló fuera de lugar.

Fue hasta el 80’ que Quiñones ya no perdonaría. Desborde y en un afán de querer adivinar el trazo, Barovero dejó un hueco que Luis aprovechó y definió para el 1-1.

Silbatazo final. Salomónico empate que permite que Rayados siga invicto pero que una vez más deja con un sabor amargo de que pudieron dar cuenta del rival odiado.