En los últimos años, el fútbol tapatío ha sufrido un declive que ha dejado a la afición insatisfecha. Por un lado, Chivas ha ido perdiendo su sentido de identidad y personalidad. Un equipo compuesto de títulos, seleccionados nacionales y protagonismo, se ha convertido en una pasarela de directores técnicos, fichajes que no han dado los resultados esperados y marcadores inconstantes.
Atlas, no obstante de su cambio de dueños, tampoco ha logrado obtener continuidad de buenos resultados y la afición sigue recibiendo decepción tras decepción. Y a pesar de que para esta temporada ambos equipos se han estado reforzando, lo verdaderamente importante es ver que tantos frutos darán dichos refuerzos.
Bastante alarmante es que dos de los equipos con mejores canteras dentro del fútbol mexicano lleven una crisis de años que parece interminable. ¿Dónde está el retorno de inversión de todos esos jóvenes que han contado con una excelente preparación?
Por otro lado, donde viene lo interesante es en la reacción de la afición tapatía con el ascenso de Leones Negros a la Primera División. Se acaba la Liga de Ascenso en Guadalajara y el conjunto Universitario tiene la oportunidad de generar protagonismo y salvar la interminable crisis por la que han pasado los aficionados tapatíos.
La afición necesita volverse a enamorar del fútbol y Guadalajara está obligada a retomar los niveles de protagonismo con los que contaba. Una plaza tan futbolera no puede pasar desaparcibida dentro del fútbol mexicano.
Definitivamente los tres equipos tienen una tarea grande al verse obligados a generar espectáculo, buenos resultados y títulos.