Luis Fernando Tena ya sumó su primera victoria como local al frente del Club León. Fue este sábado ante Toluca, sumando nada más que cinco goles y dándole una muy grata sorpresa a su afición. Fue una noche completa, donde una de las figuras fue Fernando Navarro, no por goles, sino por buena actuación.

La intensidad era el factor predominante en el arranque, durante y el final del primer lapso, tan es así que apenas a los dos minutos de acción, Boselli ya se había perdido la primera clara del partido en un cabezazo que mandó fuera.

Ambos estaban bien plantados, era un duelo de ‘toma y daca’, donde el que fuera más inteligente, por estrategia, sería el mayor beneficiado. Pasados los veinte minutos y a la Fiera pareció haberle quedado claro esto, pues se convirtió en el mayor generador de acciones de peligro; remates aéreos, desbordes y tiros de media distancia, eran la constante en la cancha del Nou Camp.

Llegó el minuto 31 y Germán Cano dio la primera campanada en el marcador. Un centro preciso y a la cabeza, por parte de Efraín Velarde, le dio la oportunidad al también llamado ‘Matador’ de prender el balón con un testarazo tan potente que le dobló las manos a Talavera en el vuelo; así, el encuentro se ponía 1-0 en favor del local y la euforia no cesaba en la tribuna.

Pero el gusto duró poco tanto para el aficionado como para el cuadro de Tena, puesto que apenas cinco minutos después, Richard Ortíz se sacó de la ‘chistera’ un zapatazo que dejó sin posibilidades a Yarbrough -pese al extendido vuelo- y que se clavó en el ángulo derecho, para concretar un golazo de antología.

El trámite había subido de intensidad con el par de anotaciones, más de lo que ya estaba. A los Esmeraldas, todavía se les presentó una ocasión más en la recta final del primer lapso, que no se pudo concretar.

En el inicio del complemento, Elías dio el primer aviso en el arco de ‘Tala’, con un trallazo que terminó estrellándose en el poste. Las emociones se sentían altas, hasta en la barra local, que ahora se escuchaba a un mayor volumen, y es el que lo que se vivía en la cancha era suficiente argumento.

Pasaron un par de minutos, cuando el ‘Flaco’ decidió hacer su primera modificación: sacar a Germán Cano para darle participación a Maxi Moralez. Y esto no tardó en hacer efecto, puesto que al 61’ el propio ‘Frasquito’ fue el encargado de devolverle la ventaja a los Panzas Verdes, cobrando un penal -que le marcaron a Navarro- de manera perfecta, engañando al guardameta.

Siete minutos después, al 68’, nuevamente Navarro apareció en el área para conseguir una pena máxima con un recorte sobre Silva. Ahora, fue Mauro Boselli el encargado de provocar un prolongado y potente grito de gol a los miles de aficionados que hicieron acto de presencia.

Pasaron otros siete minutos para que la red toluqueña fuera sacudida otra vez, la cuarta de la noche. Elías Hernández, recortando hacia adentro y cerrando la pinza en un contragolpe que comenzó con Velarde, puso el 4-1.

A los Diablos les llovía sobre mojado en el bajío, puesto que instantes después, Flores fue expulsado del cotejo por una fuerte falta cometida a Burbano por detrás. Con esto, la hinchada se prendió y comenzó a exigir el quinto tanto, que se quedó cerca de llegar en la siguiente acción, pero Cuevas la dejó ir.

Cuevas -que había ingresado- la desperdició, pero hubo quién no, que fue Mauro Boselli. Al 87’, el atacante y capitán esmeralda, remató de cabeza un centro bastante picado de Cuevas, para rozar el esférico y dejar parado a Talavera, que sólo vio cómo aumentó la ventaja leonesa. Era un festín en León, la anotación que mataba todo.

Al final, el tradicional ‘Caminos de Guanajuato’ volvió a sonar en las bocinas del inmueble, la afición salió contenta, Tena saldó la deuda –por el descalabro ante Monarcas- y ganó como local. Una noche redonda.