Viniendo como capitán de la Selección Nacional que ganó la primera Copa Mundial de la FIFA Sub-17 para México, Patricio ‘Pato’ Araujo irrumpió en el escenario de la Primera División con un prestigio alto. Fue el 30 de octubre de 2005 el día que, a la edad de 17 años, debutó en un juego que Guadalajara perdió ante Monarcas Morelia por marcador de 1-2.

Por su calidad y versatilidad dentro del terreno de juego, poco a poco se fue haciendo de un papel preponderante en la escuadra rojiblanca. Del 2005 hasta el final de 2014, jugó, como mínimo, 7 partidos de Liga MX siendo en varias temporadas titular indiscutible. Dicho rendimiento le valió 8 convocatorias a Selección Mayor, además de 23 llamados a combinados nacionales con límite de edad. Asimismo, fue participe de tres ediciones de Copa Libertadores de América en 2008, 2009 y 2012 con Chivas.

Con la crisis de resultados durante la última época en Guadalajara, llegó la segunda era de José Manuel ‘Chepo’ de la Torre como pastor del 'rebaño'. Con el fin de revertir los resultados negativos, el técnico sacudió la alineación y Araujo fue relegado al equipo alternativo que disputaría la Copa MX. Así pues, para el Clausura 2015, sólo vio acción en un choque liguero ante Jaguares de Chiapas. No obstante, en la Copa colaboró para que los jaliscienses se quedaran con el subcampeonato después de perder la final ante el Puebla de la Franja.

Ese último partido copero fue presagio de lo que vendría en su carrera. Después de una estancia en Chivas que duró diez años, Araujo migró hacia la Angelopolis en busca de nuevas oportunidades y las encontró de la mano de Pablo Marini. De hecho, en su primer partido oficial alzó un trofeo al convertirse en campeón de la SuperCopaMX en su debut como camotero.

Con Puebla, retomó la posición de defensa central que había ejercido durante los inicios de su carrera y suma ya 28 partidos de liga, para un total de 2379 minutos. El rendimiento que ha tenido es por demás destacado al formar parte la segunda mejor defensiva del torneo Apertura 2015, sólo por detrás de la del campeón Tigres.   Además, el liderazgo demostrado y la experiencia con la que cuenta lo han llevado a asumir el gafete de capitán cuando Matías Alustiza no está disponible. De tal suerte, se ha vuelto uno de los consentidos de la afición poblana al ser uno de los responsables del regreso de las liguillas a dicha plaza.

Este fin de semana, su ex equipo visita su nueva casa y el zaguero oriundo de Colima buscará demostrar que es un futbolista de alto nivel ante la institución que lo vio nacer. Su resurgimiento está completo y queda demostrarlo ante aquellos que alguna vez fueron sus compañeros.