Los Rayos del Necaxa fueron derrotados contundentemente en la cancha de CU, luego de caer 5 goles a 3 ante los Pumas de la UNAM. Un partido lleno de errores, golazos y grandes jugadas. Un juego que deja mucho aprendizaje a los dirigidos por Michel Leaño.

Inicio flojo

No sé si fue el clima, la cancha o el rival, pero Necaxa comenzó el partido titubeante, con nerviosismo y mucha desconfianza. Tardó cerca de 10 minutos en relajarse y comenzar a hacer un buen juego. De hecho, el gol necaxista llegó cuando peor jugaban, y eso favoreció a la confianza del equipo.

Tridente del miedo

Lo mejor que tiene Necaxa es su ataque, en especial los tres jóvenes sudamericanos que comandan la ofensiva; Brian Fernández, Víctor Dávila y Marcelo Allende. Cuando los tres se juntan, ninguna defensa los puede parar, con sus triangulaciones, toques de primera y jugadas a velocidad, son un equipo de miedo.

Contundencia pura

Precisamente decíamos que cuando peor jugaban los hidrocálidos, cayó el primer gol, y en el comienzo del segundo tiempo lograron el segundo. Necaxa tiene tantas variantes adelante que no le cuesta tener pocas llegadas y marcar. En especial, el chileno Dávila, quien desde el torneo pasado es la figura del equipo.

Defensa endeble

Así como presumimos la delantera rojiblanca, hay que decir que la defensa es un completo desastre, o al menos, eso mostraron este domingo en CU. Perdidos, faltos de comunicación, lentos y, por momentos, hasta torpes. El juego que dio Ventura Alvarado es para el olvido; regaló dos goles en menos de 15 minutos. Parece que se equivocaron en el armado del plantel defensivo. A Necaxa le urge contratar un defensa central que venga a poner orden.

Derrota de aprendizaje

Si bien el equipo perdió, no todo es malo. Siempre hay que rescatar lo positivo ante las adversidades. Y Michel Leaño deberá aprender de los errores que cometió su equipo. Que si bien, son un cuadro con mucho gol, también son un flan abajo. Un conjunto que no está bien balanceado y necesita mejorar en defensiva si de verdad quieren ubicarse en la parte alta del torneo.