El futbol es de momentos indudablemente, en algunos periodos puedes estar en la orbe de una liga y por otros puedes ser un completo fantasma. Eso le pasó a Martín Bravo tras su salida de los Pumas de la UNAM. 

León cedió a Matías Britos a los Pumas a cambio de Martín Bravo, en un principio parecía que el favorecido en la negociación podría ser el conjunto 'Esmeralda' y no porque Matías Britos sea un mal jugador, sino porque Bravo con Pumas había sido una bestia.

Pero eso a la postre jamás se dio, mientras Britos cumplió con la escuadra universitaria, Bravo solo pudo anotar 3 goles en la escuadra del Bajío. No es cuestionable el profesionalismo y la entrega de la 'rata', simplemente y por factores como lesiones o poca adaptación las cosas no se le dieron al ex Puma.

La expectativa había sido alta tras llegar a León, sin embargo, la poca productividad obligó a salir cedido al ‘Tin’' al recién ascendido con la misión de ser uno de los referentes a la ofensiva: Dorados de Sinaloa.

Dorados parecía ser el club idóneo para que Bravo retomara el nivel que se le vio en los Pumas ya que llegaba a un equipo donde podía ser el referente a la ofensiva y reivindicar su carrera tras el mal paso por León, no obstante, una mala campaña podría quitarle a Bravo las oportunidades de jugar en primera división.

Lastimosamente, Bravo pasó por Culiacan sin pena ni gloria, el atacante proveniente de León solo anotó un gol en Copa quedandose con las ganas de ayudar a Dorados con anotaciones en liga.

Pero una nueva oportunidad finalmente si se le dio; Santos Laguna, un equipo siempre competitivo decidió incorporar a Bravo entre sus filas y darle una nueva posibilidad.

"Quiero dar un buen ejemplo, ayudar a los jóvenes a ser un plantel más fuerte, cuando me hablaron de venir a Santos sentí mucha alegría y quiero agradecer esta oportunidad que se me está brindando" declaró Martín Bravo en su presentación con Santos.

Apenas a su llegada se lucía motivado, un jugador que estaba lejos de su mejor nivel y que era toda una incógnita. En un principio fue colocado en el banquillo de suplentes, las ganas y el entusiasmo estaban encapsuladas en un jugador maduro dispuesto a darlo todo en cuanto el técnico Zubeldía lo requiriera.

Así fue en la fecha 3, Bravo consiguió anotar su primer gol con Santos y después de ahí las cosas fueron mejorando; goles y asistencias, pero más que eso, una garra y un profesionalismo que ha sido reconocido por toda la afición lagunera en más de una ocasión.

Tres goles en liga y dos en CONCACAF convierten a Bravo en uno de los hombres más queridos del momento por la hinchada santista quién cada vez que escucha el nombre de este atacante no duda en aplaudir y corearlo. Así es… Martín Bravo ha renacido en Santos.