Después de lograr el título número 12 en diciembre pasado, América reventó el mercado de fichajes de cara al Clausura 2015 con cuatro fichajes de primera línea: Miguel Samudio, Cristian Pellerano, Darío Benedetto y el protagonista de este texto, Carlos Darwin Quintero.

Jugador habilidoso, encarador, desequilibrante y con olfato para el gol y el último pase, el colombiano llegó procedente de Santos en una transacción que envió a Jesús Molina y Luis Ángel Mendoza a la Comarca, además de una suma -estimada- en los 10 millones de dólares. Muchos -de inmediato- lo catalogaron como una locura, pero que parecía cumplir con esa eterna convicción de las Águilas de dar algún batacazo en el periodo de transferencias, ese en el que siempre han sido protagonistas activos.

Un idilio de 89 minutos

La presentación de 'El Científico del Gol' ocurrió en la primera jornada ante León en el dos veces mundialista Coloso de Santa Úrsula, y esos casi 90 minutos en los que estuvo en el campo prometían -y mucho- para el jugador, la institución y la afición. Luego de verse alcanzados en el marcador, los azulcremas lograron la diferencia en los pies del sudamericano al minuto 66', quien así se estrenaba con sus nuevos colores. Salió de cambió entre aplausos y el reconocimiento de la parcialidad local, aunque el romance duró apenas una jornada.

De la miel a la hiel

A partir de entonces, Quintero ha estado en la grama en otros cinco partidos, en los que no ha podido reencontrarse con la meta enemiga, aportando apenas dos asistencias (contra Tigres y los ya citados Monarcas), recordando que quedó inhabilitado para las Jornadas 6 y 7 del torneo tras la agresión consumada sobre Marco Antonio Palacios en el partido ante Morelia, que fue castigada a través del video por la Comisión Disciplinaria.

La paciencia de la fanaticada del América parece haberse agotado con el playera '3', luego de que en el más reciente juego ante Leones Negros, fue sustituido a diez minutos del final, llevándose una sonora rechifla de aquellos quienes atestiguaron como el último lugar de la porcentual les vencía en su casa, quitándoles el invicto en dicha condición en el Clausura 2015.

En América, no hay tiempo de adaptación

Un club como el de Coapa, que está bajo el escrutinio de los medios de comunicación, los aficionados y los antiamericanistas, no permite el famoso 'tiempo de adaptación', eso que escuchamos cada vez que un futbolista llega del extranjero o cambia de escuadra dentro del futbol mexicano.

Carlos Darwin llegó a este equipo como solución y pieza estelar de ataque para pelear por los dos torneos en los que se toma parte (Liga y Concacaf), por lo que deberá sobreponerse a esta crisis futbolística que atraviesa en el menor tiempo posible, porque su futbol, sus cualidades, su historia en México y el América así lo demandan.