En su imperio, el Monarca se impuso. Así fue la noche de hoy en donde un arquero revivió viejas memorias. Un equipo alargó una sequía de títulos de más de 40 años, perdiendo nuevamente en penales mientras que otro le dio la alegria del año a una afición que año tras año ha acompañado al equipo en las buenas y en las malas. Monarcas se coronó campeón de la Copa MX.

Tras un inicio un tanto soso, en el que la primera emoción lo dio un disparo lejano que intentó sorprender a Vilar, el partido recibió justo el ingrediente necesario para mejorar el espectáculo. Jefferson Montero, el hombre que descansó ante Cruz Azul, apareció en el área rival, intentando fabricar una jugada, pero la marca le rebotó el balón varias veces y en cada una a su favor.

Montero aprovechó que el balón le llegó en dos ocasiones para entrar al área, recortar al arquero y definir con marco abierto. Torres intentó con una barrida detener el balón, pero no pudo evitar que su equipo se fuera abajo en el marcador al 6’. Totalmente desconcentrado el equipo rojinegro, que no tardó en recibir el segundo tanto.

Un tiro al poste de Jefferson aviso que Monarcas no se conformaría con el gol de vestidor. Al 12’, Edgar Andrade recibió de frente el balón para definir potente y por arriba, aprovechando la mala salida de Pinto, para hacer explotar el Morelos con el segundo de la noche. Tras el letargo de los rojinegros en el inicio, apareció un canterano para responder ante los embates rojiamarillos.

Edson Rivera por derecha realizó un gran desborde, recortando a Huiqui y centrando con peligro. El balón fue rebotado en un compañero, para que posteriormente el esférico le llegara a Bravo quien abanicó. Flavio Santos de igual manera, intentó entrar al área con balón controlado, pero tras lograr evadir a los rivales, disparó muy desviado de la portería.

Cuando Morelia parecía cederle la iniciativa a los rojinegros, Andrade intentó otro golazo en un tiro libre. Con la misma espectacularidad del cobro, Pinto se lanzó para atajar el disparo y mandar el balón a tiro de esquina. El duelo, ya con grandes goles, tomó su dosis de dramatismo y polémica cuando al 37’ Carlos Morales se fue expulsado por una mano que el central sancionó como penal.

Omar Bravo fue el encargado de cobrar la pena máxima, anotando y acortando distancias en el momento justo. El mismo rojinegro que estaba convirtiéndose en héroe, se convirtió en villano antes de que el central pitara, tras una dura entrada sobre Pérez, el delantero rojinegro se fue expulsado tras recibir su segunda tarjeta amarilla.

Así ambos equipos se fueron al descanso con un hombre menos, pero Monarcas con la ventaja en el marcador, misma que lo hizo iniciar el segundo tiempo confiado, pues al 51’ rápidamente Vuoso se hizo presente en el marcador tras recibir un gran pase de Rivera para entrar al área y definir cruzado ante un impávido Vilar que tardó en reaccionar.

El momento era de alarido, más para los rojinegros que ya festejaban la voltereta momentánea. Pero un chileno apareció para hacer estallar el Morelos nuevamente. Montero, quien había pasado desaparecido durante algunos minutos, reapareció en el momento justo para desbordar por derecha y mandar un centro a segundo palo que fue mal medido por Pinto. Detrás del arquero, Mancilla solo apareció para empujar el balón.

El gol revivió al Morelos que ya mostraba cierto nerviosismo tras el gol de Vuoso. El buen ánimo nuevamente desapareció rápidamente, pues tres minutos después del gol, el zaguero naturalizado mexicano, Lucas Ayala, apareció de la nada para prender un balón con potencia fuera del área rival, venciendo de forma espectacular a Vilar.

El momento ya era de los rojinegros, quienes de no ser por Federico Vilar, pudieron haberse ido adelante en el marcador por primera vez en el partido. Un par de atajadas del argentino de forma espectacular, evitaron que el cuarto gol rojinegro cayera.

El final del partido se jugó con mucha intensidad, pero poca claridad. Un disparo potente de Monarcas fue bien atajado por Pinto. Una trifulca entre Montero y Vigón por poco acababa mal, de no ser por jugadores como Leao y Godínez que llegaron a separar a ambos jugadores. El mejor ambiente se dio en la tribuna, que llenó de humo la cancha, y tras el pitazo final, todo debía definirse por penales.

Vuoso fue el encargado de abrir la tanda de penales. El naturalizado con gran decisión se enfiló pero pudo más el capitán Monarca que se lanzó al lugar adecuado para detener el tiro de Matías. Tras esto, llegó Mancilla para definir el segundo de forma tranquila al lado izquierdo, venciendo a Pinto y adelantando a su equipo.

El segundo penal de Atlas sería cobrado por Flavio Santos, mismo que cobró bien, al ángulo superior derecho, para vencer a Vilar. Entonces, el hasta entonces héroe, Federico, tomó el balón y definió de gran manera al lado derecho para vencer a Pinto. El tercer cobrador de los rojinegros fue Cufré, otro experimentado que terminó fallando, su tiro fue detenido por Vilar.

Ahora Atlas se encontraba dos goles abajo. Zamorano cobró el tercer penal con mucha decisión al lado derecho, dejando a Pinto como un espectador más. El capitán de Monarcas, el arquero con más experiencia en la cancha y el mismo que tomó la decisión de cobrar un penal, atajó el tercero, y así, le dio un título a Morelia, uno que nunca habían ganado.

Entre lágrimas y sonrisas, Monarcas celebra hoy su primer título de la Copa MX en toda su historia. Con un arquero que pasará a la historia como alguna vez lo hizo Comizzo. Con un equipo que se coronó en su imperio, ante unos rojinegros que se quedarán con la amargura de una sequía de más de cuarenta años sin un título.