Muchos recuerdos y momentos traen a la cabeza del espectador mexicano cada que Santos y Toluca se ven las caras ya sea en fase regular o liguilla, pero uno que sin duda no se borra ni de una ni de otra afición, es la final del torneo Bicentenario, aquel en donde el 'Chepo' campeonó con los escarlatas entregándoles la décima estrella que hasta hoy sigue intacta y en donde Rubén Omar Romano se quedó de nueva cuenta al borde de obtener un palamarés en su currículum. Aquella dolorosa y alegre tarde para cada historia de cada club correspondiente, dejó marcadas varias situaciones, el término de varios ciclos de jugadores en ambos clubes tras la final por ejemplo.

Sin duda que esta serie es una de las más emocionantes que hemos vivido, con todo y el pesado clima y condiciones en las que se disputó el enfrentamiento en el Estado México, los cánticos y el unánime apoyo hacia los 'Diablos Rojos' no intimidó mucho a los laguneros durante los 120' minutos que se afrontaron, esto se vería reflejado hasta aquella agónica tanda de penaltis, digna de ser recordada.

Recordamos que en la ida en el Corona culminó con un 0-0, la vuelta fue un ir y venir en la ofensiva de ambos equipos y en donde se puso una prueba de fuego a amabos arqueros, que lograron la meta batida hasta los penales. Tras el pitazo de Armando Archundia que indicaba los cobros penales, Sinha, símbolo mexiquense fue el primero en probar, sorpresivamente erró, luego por los de la Comarca vino otro experimentado, el 'Chato' Rodríguez en primera instancia falló pero se repitió el intento y ahí anotó la ventaja.

Con potencia vino Vladimir Marín para emparejar, colocándolo en el ángulo. Luego la magia del '10', 'Hachita' Ludueña respondió como lo que es. Héctor Mancilla falló increíblemente y el sufrimiento, nerviosismo así como preocupación se hicieron notar en el Nemesio Diez. Lacerda hacía el 3-1 que le acariciaba el trofeo; las cosas aún no terminaban y Novaretti pusó el 3-2. Vicente Matías Vuoso tenía en sus botines el triunfo, pero la mandó a un lado del marco, la gente volvió el aliento, Talavera celebraba eufórico.

El argentino Martín Romagnoli igualó la tanda 3-3 con un potente cobro. Un viejo conocido, Carlos Morales le tuvo piedad a su ex equipo, donde ya se notaba que los 'Guerreros' venían en picada, donde la famosa 'Perra Brava' estaba pesando dentro del campo. Edgar Dueñas le dio el tanto que los puso arriba haciendo el 4-3 con una remontada de categoría y Oswaldo Sánchez hacía berrinches, todo el cuadro visitante se notaba pálido, había impotencia, enojo en algo que ya lucía inevitable. Fernando Arce en muerte súbita fracasó en su disparo e inmediatamente el plantel rojo saltó al campo para celebrar un título que para conseguirlo sudaron la gota gorda, mientras los albiverdes se lamentaban, algunos con lágrimas en el terreno de juego, en un 'Santo Infierno' se convirtió la 'Bombonera' desde las 12 del día aquel 23 de mayo del 2010.