Las aspiraciones del Club León por avanzar a la fase de eliminación de la Copa MX, prácticamente quedaron en el olvido este martes, luego de una igualada a dos ante Mineros de Zacatecas y sin mostrar un futbol que resultara agradable para el aficionado.

El partido había iniciado con un ambiente semilento, tanto en la grada, como en la cancha, y es que en ninguno de los dos aspectos lucía un panorama alentador. Arriba, apenas se sobrepasaban los diez mil aficionados en el arranque; mientras que abajo, se veían bastantes equivocaciones y no se generaban jugadas con pases continuos.

A pesar de eso, la Fiera se fue al frente en el marcador pasados los veinte minutos, al 23’, gracias a una anotación de Miguel Ibarra, quien llegó a cerrar la pinza en el segundo poste luego de un excelente desborde de Jonathan Gonzáles.

Pero, el gusto duró poco tanto para Tena como para sus pupilos, y es que Juan Enríquez se levantó en una acción a balón parado y remató con la suficiente potencia para vencer a Christian Martínez, además de por supuesto igualar los cartones.

El resto del primer lapso transcurrió casi en la misma sintonía; sin muchas jugadas de peligro y con bastante pelea en el mediocampo por hacerse del balón, tampoco sin movimientos en el luminoso.

Ya para el complemento, la situación fue un poco distinta al menos en el inicio de éste. Al 51’, Ibarra se metió al área a gran velocidad y centró al otro poste para la aparición del ‘Frasquito’ Moralez, quien únicamente tuvo que empujar el esférico ya con el arquero vencido. Era el 2-1, 2-3 en el global, y la obligación seguía siendo para los Verdes.

El segundo tanto hirió de muerte a los de Zacatecas, aunque terminó por causar un revés ya en los minutos finales. Tras varios y varios intentos, en desborde, en disparo de media o larga distancia, Juan Enríquez volvió a marcar en una jugada de dos tiempos, con una previa atajada de Martínez a disparo de Caicedo. Al 84’, el marcador indicaba un empate a dos en el Nou Camp.

Un León muy ‘Flaco’, intentó romper el encuentro buscando el empate obligado, abriendo espacios y yéndose al ataque con prácticamente todas las armas posibles; sin embargo, el enemigo final resultó ser el tiempo, puesto que antes de lo esperado, se dio el silbatazo final y su prácticamente eliminación del torneo copero.