Tigres y Necaxa se enfrentan en la parte alta de la tabla y en la recta final del torneo para buscar una mejor posición con vista en la Fiesta Grande del fútbol mexicano. Los Felinos ya amarraron su pase a Liguilla y los Rayos necesitan seguir sumando si quieren estar dentro de la lucha por el título.

Tigres es conocido por su poder económico, que se refleja en una plantilla poderosa desde el ataque con el francés Gignac y compañía, hasta el arco con un guardameta seleccionado nacional argentino como lo es Nahuel Guzmán.

Por su parte, Necaxa sufrió una reestructuración para este torneo y  la llegada de Ignacio Ambriz al banquillo rojiblanco trajo consigo un equipo más compacto, sin jugadores estrella, un futbol sin muchos goles a favor y con la necesidad de permitir aún menos, necesidad para la que un arquero sobrio como Marcelo Barovero se pinta solo.

En la comparación, ninguno se ha perdido un solo minuto del torneo, pero Trapito se ha destacado por estar muy activo y acumula cincuenta y ocho atajadas (la estadística más alta entre todos los arqueros de la Liga) por las cuarenta y seis de Nahuel.

Aun con más trabajo, gracias a Barovero, la defensa de Necaxa es la segunda mejor con apenas doce goles recibidos, mientras que Tigres y Nahuel son la tercera con catorce tantos en contra. Y este domingo cada equipo confiará en su arquero para neutralizar al rival.

Nahuel intentará no repetir los errores que hace un año permitieron a los hidrocálidos llevarse los tres puntos del Volcán, cuando Edson Puch y Fabián Espíndola todavía marcaban goles para los Rayos. Mientras que Barovero será el encargado de detener el aparato ofensivo universitario comandado por Enner Valencia, quien suma ocho goles en el torneo.