Podrían acusar de mil cosas al Director Técnico de la Selección Mexicana de Futbol menos de incongruente. La supuesta polémica causada por la no convocatoria de José Juan 'Gallito' Vázquez y Rodolfo Pizarro sólo es una discusión estéril y hasta cierto punto innecesaria dado las muestras que dio el técnico de origen colombiano a lo largo del proceso selectivo.

El mismo pecado que lleva a Oswaldo Alanís y Jesús Molina a ser parte de los 28 futbolistas con miras a la Copa del Mundo, es lo que elimina al jugador de Santos: la estatura.

Para Juan Carlos Osorio la estatura, el perfil y hasta la velocidad son muy importantes a la hora de elegir cada uno de los elementos que conformarán su once ante los países con los que comparte el grupo. Por eso, el próximo jugador del Getafe tiene una seria posibilidad de jugar en Rusia, porque le llena el ojo al entrenador con su altura y perfil zurdo. Lo toma como el candidato natural para suplir a Héctor Moreno (como si fuera así de fácil) a pesar de estar parado tanto tiempo por buscar su salida, desde mucho tiempo antes, de la Chivas.

Rodolfo Pizarro es un buen jugador, pero eso también se tiene que demostrar en la cancha y partidos importantes, y salvo lo ocurrido en Concachampions contra Toronto, el ex jugador del Pachuca no da muestras claras de ser un verdadero líder en su equipo, por más que lo inflen algunos medios de comunicación. Estará bien en un mundial pero del 2022.

Nos guste o no, así se ha manejado el entrenador cafetalero durante todo el tiempo que ha estado al frente del Tricolor. Nos guste o no, Osorio ve a Erick Gutiérrez como el receptor de la estafeta cuando Andrés Guardado se retire. A 'Gallito' Vázquez le faltó altura y por eso eligió a Jesús Molina. Jonathan dos Santos es mejor contención y seguro estará en la lista definitiva. Su hermano, en cambio, no debió ni ser llamado.

Botepronto

América quedó fuera a la buena; y como sucedió contra Toronto y otras eliminatorias, entregó el boleto desde el partido de ida.

Préndela así, de volea.