La llegada de Ravel Morrison al Atlas ha dado mucho de qué hablar respecto a lo que se espera del jugador. Hay mucha incertidumbre acerca de qué es lo que puede aportar el canterano del Manchester United; qué puede ofrecerle al fútbol mexicano, en qué posición puede apoyar más al rendimiento del equipo y en qué ritmo se encuentra actualmente.

Morrison fue fichado para suplir la baja de Clifford Aboagye, el camerunés movía los hilos del equipo siendo el jugador clave al momento de la creación de oportunidades, hasta que desafortunadamente sufrió una lesión que lo alejará de los terrenos de juego por unos meses.

La posición natural de Ravel es la de un mediocentro ofensivo, misma que podría utilizar el 'Profe' Cruz en su sistema ya conocido de 4-4-2, en el que junto a Javier Salas, Morrison podría hacer mancuerna en la medular del cuadro rojinegro.

La directiva rojinegra ha argumentado la razón del fichaje de Morrison, con fundamentos que destacan su habilidad y técnica que posee con el balón, el ex seleccionado de Inglaterra deberá ser creativo y en sus botines dar los pases decisivos para generar jugadas claras de gol.

El dorsal número 33 deberá también hacer su labor de recuperación de balón y hacer las coberturas correctas.

Tanto Salas como Morrison deberán acoplarse, últimamente el ex jugador de Dorados no ha cumplido con su labor de contención y en lugar de levantar al equipo, ha sido todo lo contrario. Clifford tenía que hacer doble trabajo, ser el creativo y ser el que destruye las jugadas del conjunto rival.

Las labores que deberá hacer Morrison para tener el desempeño esperado se resumen así; ser el volante creativo que genere jugadas de gol, que reparta el balón en el terreno de juego, tener una buena efectividad de pases y ser una de las principales opciones de salida para el equipo.

Y en labores defensivas tendrá que ser el volante de contención que haga labores de recuperación, sepa leer las jugadas de los contrincantes, hacer una buena presión, y tener buen manejo del esférico.

Por tanto, si logra cumplir con las expectativas generadas, será pieza importante en el parado del Atlas y del técnico José Guadalupe Cruz, además de que sería un acierto por parte de la directiva, pero, se le debe no solo dar el beneficio de la duda, sino darle el tiempo para que se adapte lo más rápido posible, y pueda ayudar al los Zorros a salir del bache en el que se encuentran.