Se llevó a cabo el segundo cotejo de las semifinales del Clausura 2016, era el turno de León y Pachuca en un encuentro celebrado en el bajío, que tuvo cosas de todo tipo y que terminó con un trepidante empate a uno, quedando así todo pendiente para el regreso.

El encuentro arrancó de buena forma, intenso, con el local intentando mostrar su poderío al frente y con la visita aguantando los embates. Fue la Fiera quien rápido se acercó al arco, sumando hasta tres oportunidades antes del 10’, pero Pachuca el que pudo adelantarse en el marcador. Al 12’, Lozano desbordó en un contragolpe y aprovechó una desatención de Navarro para vencer a Yarbrough, que iba saliendo.

El cuadro de Alonso se puso rápido en ventaja y el descontento en el Estadio León, que lucía apenas a tres cuartos de su capacidad, aparecía por ende. Pero la Fiera no tardó en responder, y es que Aldo Rocha, que era el mejor de su equipo junto a Juan Cuevas, se fabricó una jugada desde mediocampo, tocó con Boselli quien le devolvió al punto penal, donde apareció de nuevo para fusilar al ‘Conejo’ y decretar la igualada.

El encuentro se prendió justo luego del tanto esmeralda, aunque las redes no volvieron a ser perforadas. Para la recta final del primer lapso, las aguas que estaban turbias se habían calmado, puesto que ambos conjuntos bajaron el ritmo y se enfrascaron nada más que en una lucha por el balón en el mediocampo.

Apenas al inicio del segundo lapso, el ‘Chapo’ Montes tuvo la ocasión que pudo significar el segundo de su conjunto; se encontró con un balón al límite del área chica y luego mandó un disparo cruzado, sin marca, que terminó escapándose por la línea y que simplemente no tuvo dirección de gol. Con esto, la escuadra de Tena tomó el control de las acciones, teniendo aproximaciones como un remate más de Mauro Boselli que se fue apenas arriba del marco rival.

Poco después, a los 65’ de tiempo corrido, los Esmeraldas volvieron a avisar mediante un disparo lejano del propio Montes que fue rechazado por el ‘Conejo’ con un vuelo espectacular, cuando el esférico amenazaba con colarse al arco. León era más, proponía más y todo indicaba a que el segundo de la noche no tardaba en llegar.

Pero en un instante, Tuzos respondió en dos intentos, el segundo el más importante, al ser una triangulación entre Lozano, Gutiérrez y Pizarro, que éste último definió al llegar al área y ante la salida del arquero, pero que terminó sacando Magallón casi en la línea. Tena, al ver que por los costados faltaba cierta profundidad, optó por meter a Maxi por Cuevas, que había dado un buen esfuerzo.

Al 75’, la afición leonesa se llevó un susto, y es que Franco Jara anotó en fuera de juego. El nervio estaba ahí y prometía quedarse, pues ya el encuentro ya entraba en su recta final mientras la pizarra seguía indicando un 1-1. Sobre la hora, Germán Cano, que ingresó por Mauro Boselli, tuvo una en un tiro de media distancia bastante peligroso, en el que Pérez otorgó el rebote y que no quedó más que en saque de arco, pese al intento de Maxi por contactar en segunda jugada.

Cuando el pitazo final estaba a punto de sonar, la grada se encendió y en unísono se metió con el árbitro; “ratero, ratero”, le gritaban al nazareno, y es que éste sancionó con amarilla una falta que bien pudiera haber ameritado una roja. Sin más que añadir y con el público al filo de la butaca, el cotejo llegó a su fin igualado a uno, dejando así toda la resolución de la llave para la vuelta, en un duelo de ‘hermanos’ que no defraudó en la ida. Todo queda en stand-by.