Tanto el argentino como el chileno han anotado solo 2 goles cada uno en las diez fechas disputadas del torneo anterior: ¿Existe una crisis en el ataque rojinegro? La realidad es que ningún delantero ha alcanzado una "suma considerable" de goles con Atlas desde Milton Caraglio, quien anotó 15 goles y Matías Alustiza, con 13 tantos; ambos en dos torneos. El equipo no clasifica a liguilla desde el Apertura 2017, cuando ambos jugadores pertenecían al plantel.

 

El torneo anterior (CL2020) los rojinegros del Atlas solamente anotaron 10 goles, mientras que recibieron 17.

 

Ignacio Geraldino llegó al club como refuerzo para el CL2020. Sus once goles en su último torneo con el Audax Italiano lo situaron como uno de los máximos anotadores del campeonato chileno; desafortunadamente, la adaptación al fútbol mexicano ha sido lenta: con Atlas solo logró anotar 2 goles y no anota desde la fecha 3 del torneo anterior, cuando lo hizo frente a los Tigres. Habrá que darle el beneficio de la duda y ver cómo funciona en su segundo torneo en la madriguera, ya adaptado al cien por ciento al fútbol mexicano, será indispensable para Atlas que el chileno pueda convertirse en ese hombre gol que esperaban cuando ficharon por él.

 

Por su parte, Javier Correa vive su cuarto torneo en México y no ha logrado esa adaptación total al estilo de juego de la Liga MX. En veinticuatro juegos, entre liga y copa como rojinegro, el argentino ha encajado únicamente 4 goles.

Esta podría ser la última oportunidad para Correa de rendir en Atlas, ya sea como titular o desde la banca; recordemos que antes del CL2020 su continuidad con el plantel estuvo en duda, pero en aquella ocasión fue Facundo Barceló quién dejó el equipo.

Este año la directiva ha hecho un esfuerzo por dotar de armas de ataque al equipo de Rafa Puente: la llegada de Ignacio Malcorra y Renato Ibarra pueden garantizar jugadas de gol por las bandas y una gran cantidad de centros al área, por lo que será indispensable que los delanteros logren estar finos de cara al marco y mejorar uno de los promedios de gol más bajos de la liga.