Cuatro de septiembre: día histórico. Fue en esta fecha pero de 1983, cuando surgió en el norte del país, Santos Laguna, uno de los equipos que tras su arribo a la primera división en 1988, se convertiría en un protagonista frecuente dentro de la historia del balompié azteca. Curiosamente, un cuatro de septiembre de 1994, debutaría en nuestro campeonato el chileno Rodrigo Ruíz con el Puebla, escuadra que cayó 0-4 ante Necaxa.

Tras dos temporadas con los Camoteros, el futbolista proveniente de la Unión Española de Chile, llegó a Toros Neza en el Invierno 1996, campeonato en el que los Guerreros alzaron su primer título en el lanzamiento de los torneos cortos.

Pero fue en el Verano 2000, cuando arribaría el ‘Pony’ a La Comarca para enfundarse en la casaca verdiblanca e iniciar así una historia de época en el fútbol mexicano. En esa justa, comenzó a prosperar su dupla junto al artillero sinaloense Jared Borgetti, permitiéndole al equipo dirigido por Fernando Quirarte, permanecer invictos en casa y calificar a la liguilla. Pero en cuartos de final frente a Monarcas, Rodrigo salió lesionado de gravedad en una jugada contra Heriberto Ramón Morales perdiéndose el resto de la ‘fiesta grande’ en la que si bien, los laguneros llegaron a la final ante Toluca, terminaron perdiéndola; en gran parte, por la ausencia notoria del ambidextro.

Sin embargo, para el Verano 2001, los santistas encabezados por la sociedad ‘Pony-Jared’, alcanzarían el segundo trofeo de su historia al superar en la final a Pachuca; siendo este, el único campeonato que Ruíz consiguió ganar en nuestra liga. En esa temporada, las asistencias de Rodrigo aportaron a que Borgetti se coronara bicampeón de goleo.

Para 2004, la crisis económica afectó a los verdiblancos, por lo que tuvo que dejar la institución el ‘Zorro del Desierto’. Al quedar disminuido el poder ofensivo del equipo, el nacido en Santiago de Chile, encontró en Matías Vuoso al socio perfecto para continuar los embates verdiblancos.

Durante 2005, la sociedad fue fructífera contribuyendo a que el ‘Toro’ se consagrara bicampeón de goleo en ambos torneos. En el Clausura, ocho de los quince de Vuoso fueron asistencias del chileno; quien en el Apertura, colaboró siete ocasiones en las once dianas del ariete argentino.

En el Clausura 2005 realizó doce asistencias, implantando un record en torneos cortos. De hecho, la anterior marca de diez también era de él y en doce de las 20 temporadas disputadas con los laguneros, se destacó como pasador, siendo el máximo de la liga con los albiverdes siete veces y una más con Neza.

El 31 de agosto del 2006, el 'chaparrito' anotó el gol 100 de su carrera en el país, marcando en el antiguo Estadio Corona ante Sergio Bernal a pase de Oribe Peralta en la jornada cinco de ese Apertura 2006, dónde los verdiblancos igualaron a uno contra Pumas.

Para la temporada en la que Santos peleó por la permanencia en primera, Rodrigo dejó a los Guerreros, luego de que lo intercambiaran por el ‘Hachita’ Ludueña de Tecos UAG.

Para el Clausura 2008, mientras los laguneros alcanzaban la tercera corona, los Tiburones Rojos descendían a la primera ‘A’, incluido el ‘Pony’, quién había llegado a Veracruz esa temporada como refuerzo.

Durante 2010-2011, Rodrigo volvió a La Laguna, pero casi no tuvo actividad. Incluso, en su último partido en el TSM contra San Luis fue relevado en el medio tiempo sin despedirse de la afición en esa jornada 16 del Clausura 2011 en el que los albiverdes no clasificaron.

En 2013, el medio volante anunció su retiro profesional, pero a sus 45 años, sigue manteniéndose vigente jugando en ligas regionales.

Aunque Santos ha tenido a grandes pasadores como Eugenio Dólmo Flores, Luis Romero, Daniel Ludueña y Darwin Quintero, ninguno ha igualado la hazaña conseguida por el chileno naturalizado mexicano, quien aparte es el sexto máximo anotador con 59 goles (54 en liga), el extranjero que más encuentros ha disputado con los laguneros con 294 y el segundo de todos los tiempos, estando un partido por debajo de Jared.

En total, profesionalmente participó en 638 juegos, hizo 197 asistencias (78 con Santos) y metió 118 goles. Sin embargo, su labor se significó en servir a los otros futbolistas para conseguir el éxito colectivo, demostrando que no era egoísta y que a pesar de su 1.63 metros de altura y 71 kilos, su entrega y calidad siempre predominaron. Por ello, la directiva le ha realizado homenajes convocándolo a partidos de leyendas como el del 30 aniversario. Aunque no estuvo en la inauguración del nuevo estadio, recibió las distinciones de Guerrero de Honor, Santo Inmortal y hasta una estatua con su figura fue colocada en la explanada del TSM.

Hoy que se celebran 34 años de vida de los Guerreros, el ‘Pony’ también conmemora su 23 aniversario de haber llegado al balompié mexicano para hacer su historia sin alardear con palabras fuera de la cancha; sino demostrando en el terreno de juego con sus acciones, que siendo constantes y sirviendo a los demás, siempre se antepondrán ante cualquier adversidad.