Todo pintaba para ser nuevamente de pesadilla, pero esta vez el León sí tuvo héroe. Este sábado en la visita de Cruz Azul al Nou Camp, Osvaldo Rodríguez le dio el empate a su equipo en el último minuto del encuentro, mismo que sirvió para darle un tanque de oxígeno a su técnico, que nuevamente comenzó en desventaja de manera temprana.

Rápido aparecían los fantasmas que rondan incluso la cabeza de Javier Torrente en León, y es que al igual que en el partido de hace quince días ante Atlas, el local había recibido gol muy temprano, de esos denominados ‘de vestidor’. Al 7’, Enzo Roco se levantó en una pelota parada y le ganó por arriba a los centrales para empujar el esférico al fondo de las redes, aun con el intento de Montes por despejar.

La desventaja tempranera comenzó a inquietar a la afición y dejó mal parada a una Fiera que parecía no tener capacidad de reacción, aunque eso sí, con una actitud distinta y más proposición sobre todo a la hora de presionar. Así, entre intentos como uno de Boselli que se estrelló en el poste al 40’, el empate llegó sobre la recta final del primer lapso.

En una jugada donde Elías cubrió excelso el balón y disparó de tres dedos al travesaño, Darío Burbano apareció al límite del área chica para hacer el contrarremate y poner el empate en la pizarra. El grito de gol, que ya se había ahogado minutos antes, apareció por fin en el Estadio León luego de 133 minutos de espera. Así, con la alegría, el descanso llegó.

Para el complemento el duelo se volvió de toma y daca, aunque fue ‘la Máquina’ quien comenzó a presionar de manera más peligrosa. Al 67’, Baca tuvo el que pudo ser el segundo, sin embargo, el debutante y aguerrido Andrés Mosquera tuvo una buena intervención para evitarlo, gracias a una barrida que encendió a la afición por la garra mostrada.

La noche se le venía a los Esmeraldas acompañado de una molestosa llovizna en la grada. Al 74’, Felipe Mora se estrenó en la Liga con los cementeros tras empujar en el área chica en un centro de Mena. Una excelsa jugada colectiva que le permitió al chileno marcar su segundo tanto con los dirigidos por Paco Jémez en cuestión de 3 días.

La obligación, por ende, era para el local, que sobre el final apretó y pudo conseguir el empate gracias a un cabezazo en tiro de esquina por parte de Osvaldo Rodríguez, quien terminó convirtiéndose en el héroe de la noche. Así, por lo menos la sensación de no perder quedó entre los aficionados y Javier Torrente tomó un respiro importante, luego de una semana bastante tensa.