Con el objetivo de buscar la primera victoria del campeonato, en vistas a poder disfrutar de ser monarcas de la Liga Bancomer MX ya con una corona abollada por el transcurso de las primeras 4 semanas del Apertura 2017, Chivas recibió al Puebla que llegaba necesitado de unidades debido a la probabilidad latente de caer en el Ascenso MX el año entrante, añadiendo como ingrediente al duelo la importancia de sumar los puntos para ambas instituciones y que al final, con su debida controversia, fue para los dirigidos por Rafael García Torres

El trámite se complicó para los pupilos de Matías Almeyda en el primer cuarto de hora, luego de un gol anulado a Carlos Salcido por un fuera de lugar en el área poblana, además de una expulsión con polémica incluida para Jair Pereira, en una barrida por la espalda que generó opiniones divididas, pero que, para el árbitro, se mereció a primera instancia el cartón rojo para el zaguero exCruz Azul.

El hombre de menos en la cancha no fue un factor de peso durante los minutos finales, niño a largo plazo, pues cerca de que culminara la primera mitad, a los 43 minutos, cuando en una marca displicente de Jesús Sánchez, Acuña sirvió para que Alonso Zamora empalmara de volea a segundo palo para abrir el marcador en favor de los visitantes, quienes mantuvieron la ventaja al descanso pese a la respuesta veloz de los tapatíos, en algunas oportunidades logradas con base a presión, las cuales fueron bien opacadas por la defensa y Moisés Muñoz.

Ya en el complemento, la escuadra poblana se dedicó a intentar agrandar el tanteador por medio de servicios por las bandas y balones a la espalda de los centrales, mientras que las ideas eran nulas del bando contrario, con intentos de centros sin exactitud para parte de Carlos Fierro e Isaac Brizuela, además de largas posesiones con el balón sin claridad alguna, tónica que se convertiría en la que finalizaría el encuentro con la los tres puntos del lado poblano, que fue superior en acciones, exhibiendo el momento en que se encuentra el actual campeón; un equipo irreconocible que poco o nada ha mostrado a comparación de la campaña pasada.